Cual vate que contempla el cruel destino,
entre laureles y sangrientas rosas,
escribo las hazañas dolorosas
que el tiempo marca en su fatal camino;
Polión, tu pluma traza el torbellino
de civiles contiendas tempestuosas,
mientras brotan las páginas gloriosas
del fuego oculto en polvo diamantino.
Dalmacia te erigió de honor eterno,
mas hoy tus versos pintan el infierno
de hermanos que se hieren sin razón;
y al narrar esta historia de quebranto,
transformas en belleza tanto llanto,
salvando del olvido su aflicción.