Ya no me ajustan los años
para guardar la humildad,
mucho menos pensar
que este nido desnudo
no sea el resguardo
que tus manos merecen.
Al final, si algún lugar
de los que todos creen
me espera o ninguno
(que es lo mas seguro)
no seguiré tachando días,
en murallas vacías.
Después de todo
y a este ritmo
tampoco es:
que nos sobren los días.