el brujo de letziaga

El viejo marino...

 

Azul lejano,
un marino viejo navegando,
sin más testigos que el sol del cielo...

 

Al jugueteo,
con el invisible viento,
un mar de añiles acaricia su cuerpo...

 

¡Qué bohemio!
con su cuenco de ron añejo,
persiguiendo la brillantez de un sueño...

 

Viejo marino,
que no tuerce su destino,
esta noche quizás le veas a Dios riendo...