Gramilys.
Cierro mis ojos y entonces me pierdo,
Salgo de mi desierto, para entrar a tu cielo,
Perdido entre nubes, solo tu aroma me conduce,
Sigo inerte tu esencia y alcance no te doy siquiera
Escucho, tu voz se aleja
Corro fuerte hacia donde tu voz me lleva
Me detengo porque pierdo tu guía,
Me giro y te veo entre niebla,
Con miedo me cerco a tu encuentro,
Y abrazo tu cuerpo entre nubes, silencio y hielo.
Abatido observo, te has ido.
No eras tú, fue un espejismo.
Caigo al suelo de tu cielo perdido
Y lloro temblando y callado como un niño.
Creí que era cierto mi sueño,
Que habías vuelto a mi lado,
Acabaría mi triste agonía,
De vivir la vida sin vida,
Por saberte pérdida.
Aun recuerdo, querida,
El sabor de tus labios,
O tu dulce sonrisa,
El aroma de tu cuello
Y el sonido de tu silencio.
¿Te acuerdas de aquel día?
Cuando te conocí, mi vida.
Ahí estabas, apenas una niña,
Jugabas con espejos,
Y yo sentado haciéndole al serio.
Te acercaste a una trivia,
Que junto a una amiga hacia.
Cruzamos palabras vagas,
Pero ya tu luz había llegado
A la oscuridad de mi pasado,
Borrando lo malo y sacando
Toda un nuevo estado,
De amor, alegría y encanto.
Gracias por haber llegado
Rompiendo con tu paso,
Asuntos del pasado, que
Mi corazón habían dañado
Ilumino mi oscuridad,
La luz de tu sonrisa.
Y ahora que no estas,
Solo me queda soñarte.
( Nada más)