Carolina Ugas Pazos

Atavismos

Isis perdió su velo,

era martes, llovía.

Las mujeres de su pueblo

tejieron otro para ella

lo tejieron con sus lágrimas y su sangre

lo tejieron con lana de ovejo

y pelo de camella subsahariana.

 

Isis no pidió más,

no quería romper espejos

ni superticiones metafísicas,

desaforadas o simplemente

monocromáticas.

 

Hathor, su hermana gemela,

pidió papiro y tinta para escribir

sus sueños que es como decir

narrar sus memorias.

 

Toda biografía que realices

sobre esas hermanas, sus esposos,

sus hijos o sus huertas

es una gran confesión de penitencias

y de dudas insanas en crisis

por la dolorosa angustia de ser

y de no sentirse.

 

Me desdigo o me fulminan

con una mirada alevosa

o un triste distanciamiento,

en cualquier caso me niego

a deslucir, disentir o premeditarme

las dudas y el arrepentimiento.

 

01/12/2025

Ollin