¿Cómo explicar
esta piedra de Ser, asesina e inasible,
que cargo pesada y siniestra desde siglos?
Piedra de ser que me demuele,
me ahoga
entre leños hirvientes,
candentes,
y oclusos carbones enrevesados
en tangentes mohosas...
Piedra, dura piedra, insertada
en mi alma dañada
entre sombras sombrías,
de hielo infecundo, vestidas.
Piedra de ser que derriba,
impaciente y esquiva,
estas, mis tristes, lentas cifras
de mis días...
¿Cómo explicar que cargo
en mis espaldas
heridas añejas
de un Tiempo
que no he sido?
¿Cómo explicar que mi Ser
se trasmuta en sentidas cadencias
de un pasado atormentado
entre medias verdades,
mentiras piadosas
e imposibles naderías?
¿Cómo explicar que mi Ser
se apaga lentamente
en trasfondos musitados,
en gritos aullados,
entre sueños y feroces pesadillas?
Cada noche.
Cada alba.
Cada ocaso.
Cada cielo atormentado.
En cada rasgada penumbra
de un insomnio que mutila...
En cada telón cerrado
de esta mi vida apagada
y entre llamas en fuga...
¿Cómo explicar que conozco, sin saberlo,
lo relativo del todo, de la nada
que pasean inverosímiles
entre mis porfiadas galerías?
¿Cómo explicar que mi mundo es
de arena blanca y seca?
¿Cómo creer que escucho sin quererlo
la cadencia atonal, siniestra, vaga,
del fondo de la Tierra?
¿Cómo explicar que vivo y muero lentamente
Con el peso mortal y sólo humano,
cargado en mis rotas y ya viejas espaldas,
de dos millones de años atrapados sin piedades...
en mis días?
(Patricia)