Carlos Eduardo Antoine

¡AL FIN!

¿QUIÉN VIVE DEL OTRO LADO? La vida es para vivir en comunidad, servir, compartir. Eso requiere mirar más allá de nuestra rutina, de nuestro círculo cercano. Se trata de empezar con pequeñas acciones. Conocer el nombre del vecino. Preguntar cómo están los que nos rodean. Detenernos en lugar de pasar de largo. Así la vida se enriquece.

 

Mi pequeña amada,

al fin vuelvo a sentir alegría,

imaginé vivir una ficción

que fraguaba desde,

quien sabe,

qué honduras de mí.

 

Lo que he esperado tanto tiempo,

ahora al reconocer tu letra

y saber de ti,

me paraliza

y me pone ansiosamente expectante.

 

Sé que no tengo nada que perdonar,

tu eres libre,

yo sólo puedo creer que estás en mí

por una locura de apasionamiento,

pero ello no obliga nada a nadie.