Carlos Baldelomar

+ HAY SILENCIOS +

Hay silencios 

que duelen

y duelen más

que palabras cruentas,

acaso porque se avocan

a esa impunidad

justo cuando uno

espera,

o mejor dicho 

necesita la palabra.

 

Y ahí está uno

en ese punto muerto

donde no sabe si irse

o quedarse a extender

la duda,

pensando

que entre tantas rutas posibles

algo se torció

en el camino,

y que las respuestas

fieles a su mala costumbre

de estos rumbos

vendrán con retraso.

 

Y no vale ya

la urgencia 

romper la quietud,

si uno dice algo

para no oír el eco,

la soledad es más rotunda,

más evidente que nunca.

 

Pero…

Hay silencios que duelen

hay silencios que pesan,

y son como una piedra

cayendo sin prisa

hacia el fondo interminable

de un abismo.

 

Y seguís pensando,

acumulando pretextos,

acumulando dudas,

y al final te das cuenta

de que, por suerte 

o por desgracia de todos,

siempre nos quedará a mano

alguna mentira piadosa

que nos extienda

la miseria