Y se llegó el momento...
Perdida estaba yo,
Abrumada entre la soledad,
Rodeada de muchas personas,
Pero aislada en la oscuridad.
Creyendo que la soledad se puede nombrar paz,
Mis ideas retumban diciendo que no me sienta sola,
Aun cuando lo estoy.
Mi identidad, a punto de caer,
Disfrazada de una sonrisa, que ilumina el amanecer,
Flaqueando por dentro y sonriendo por fuera.
Llenando de mentiras lo que sueño sea la verdad,
Sintiendo el abandono,
Dejándome caer.
Sin saber por donde empezar,
Más que dejando sonar,
Que se alboroten las ideas,
Que se liberen los sentimientos.
Que si hoy no salen,
Mañana explotarán,
Siendo capaces de matar,
Estando dispuestos a sufrir.
Porque para que sean realidad,
Sólo es cuestión de pretenderlos ignorar,
De suprimirse y aislarse,
De ausentarse y perderse.
En fin, así es la vida,
Falacias disfrazadas de verdades,
Que aunque existen es mejor pretender que nunca fueron concebidas.
-Joss-