No quiero danzar con la muerte
aunque la sienta en la música
sus acordes me llegan huecos
no los captan mis oídos.
La escucho en el timbre de los ojos
escondida en la espuma de un gemido
Es la certeza de la aurora en el alba
como nostalgia de un tiempo ido
Sonrie en la noche…sonríe
calla en la garganta y la lágrima
se desvanece en sus huellas
su sombra apenas susurra
palabras que vacilan
en las voces de la noche.
No veo su rostro verdadero
la miro pasar…
con el lomo encorvado.
Se mueve en una telaraña
en el polvo de la estancia
entre el dintel de la entrada
entre la luz y la penumbra
en la desnudez inmóvil
en una sonrisa lánguida
abrazada a una imagen.
No quiero danzar con la muerte
aunque su cadencia enamora
aunque se desborde en besos.
Se que me espía
en lo absurdo de la inconsciencia.
La vida en mi existe
flota en el pensamiento
germina en las ideas
transita en sueños y fantasías.
En mi danza se definen
dimensiones existentes
se desplazan en ondas
en los acordes que dibujan
entre líneas de colores
transmiten la fuerza
la energía que me eleva.
Todo tiene un tiempo
Un momento para ser
un instante para dejar de ser.
Es un tiempo perdido
o talvez bien ganado.
No me importa….
Quiero danzar con la vida.