Dentro de los círculos mágicos de mi conciencia
las siluetas de mil náyades
(bellas ninfas esculturales)
se contornean con sus suaves velos de color azul
que las identifica
¡Oh la vida!
diosa efímera que me envuelves con tus encantos
y me aprisionas en cada página de tu libro
¿por qué juegas con este pobre mortal?
y las arcanas vibraciones
de inocencia y pureza
o el bien en toda su magnitud
¿dónde están?
quizás son quimeras que el tiempo va borrando
en su avance incontenible
para procrear cual hijos predilectos
las diversas lacras y males
que asfixian nuestro mundo,
y el pavor me inunda
cuando la soledad se cierne sobre mí,
pero de inmediato, por alguna razón inexplicable
y cuando todo parece perdido
apareces tú azul esperanza
¡Oh bella divinidad que despiertas en mí
increíbles sensaciones de alegría repentina!
siempre busco en tí una razón para vivir
o cuál es el mensaje de mi existencia
y solo me respondes con una sonrisa,
me coges de la mano y me levantas de mi letargo
hacia una increíble levitación
de alcances extrasensoriales.