Ivan Rudenko León

Rayihat almar\'at min alqahwa* (Mujer aroma de café)

Aromática y danzante mujer herbal,

de primavera andante e interminable,

Regocijo de mi necesidad que encuentro en tu regazo,

la tibia esencia de tus colores y esencia

amasada en fragmentos de tu estela de sabores,

desde la ventana de tu alma

se asoman las gotas de almendras y avellanas

dulces de tu mirada,

que se derraman dentro de mí

y me cubren, me arropan,

cuando tu presencia tiene otra dirección

en la brújula de nuestro camino,

extraigo del almacén de mi memoria

las gotitas que almacenó de tu esencia,

que voy capturando y me las voy tomando entre los caminos.

 

Tus formas, tu cálido cuerpo de manzana,

aromático y humectante

provoca mis deseos de recostarme dentro de ti,

extrayendo de tus grutas y colinas el néctar de fuente interminable.

 

Trigueña mía, quien se adueña de mis deseos,

llevándome a trenzar luz a mi vida,

la cual ocupas Durante los días y noches,

Viajando por los senderos siderales del sueño

hasta llegar a ti

y susúrrame al oído tus líquidas pasiones,

que me lleva a recorrer tus campos,

planicies y jardines,

de manera incesante,

dueña de sueños que traigo bajo el brazo,

y los cuales, como un plano inmenso,

se me van presentando las brechas que hemos de andar,

caminando a tu lado Alimentándome de ti,

de tus pliegues de flor,

aromática y dulce,

eres un bocadillo en flor,

tengo la sensación de ser un colibrí,

una abeja que llega al centro de tu alma

y trae consigo el polen que tienes en miel de pan.

La cual me ofreces desde tus adentros,

que recibo en mí y tú gentil me entregas,

como las hojas de los árboles

moviéndose a la brisa crepuscular

en tu ráfaga de viento que ventila

y lleva entre mis deseos

y sueños de uno a otro,

volviéndote poema y tacto suave,

fragmento almidonado,

aroma sugerente y suculento,

formas y siluetas

que se mueven al compás de tu andar,

tintineas al viento.

Llenando los espacios de color

y fragancia de tu cuerpo frutal

del que tomo el jugo que se brinda

me llena en una explosión de sabores,

entre la luz de las tardes,

y lleno en ti eso que me naces a cada instante,

Siempre busco esa luminidad

que se transparentar de tus ojos

para ver tu calma después del destelló