Apelaciones diurnas
límites desde la percepción aprendida
cuánto esfuerzo hace falta
y cuándo el esfuerzo no es suficiente
Antiguas culturas hablan del fracaso como un fruto
que todo se mueve y necesita su respiración
que solo son nuestras manos dadoras
el tiempo se interroga
No puedo ser otro sin mi palabra
solo soy el resultado de mis pensamientos horizontales
donde una fiebre me cierra imperceptiblemente los ojos
soy más un nervio superviviente
Contemplo como el día se condensa
cómo el viento y los árboles se llevan mi mente
cómo la tierra me invita a descansar en sus brotes y raíces
una vida sin verde que combine con la ploma
Olvido el dolor del pasado
esa garra que acecha y verdaderamente rasguña
cribo memorias y pienso como si mi mente fuera ligera
cuando en realidad amago mis propios colmillos
Celo el silencio sin pensar en el fuego
celo el movimiento sin pensar en el viento
murmullo el dolor que ya no es más semilla
y maniato mi voluntad enloquecida
Caigo al parecer en una cámara lenta