David.
¿Me recuerdas, verdad?
Cuando el cielo su azul prende
y un susurro que solo entiende
tu mente en serenidad...
David.
¿Me recuerdas a mí, verdad?
¿Te acuerdas de mi mirada
con el color de la alborada
al despertar la claridad...?
David.
¿Me recuerdas, verdad?
¿Recuerdas cuando nada me decías
y a tu silencio le dedicaba poesías,
buscando tu amor, tu suavidad...?
David.
Dime, por única vez, dime ahora
Si se te viene un poco a la memoria
esa niña que te dio toda la gloria
escribiéndote en su sueño de escritora.
Annabeth de León
Todos los derechos reservados©