El dolor me explica lo que no sé
el mundo rechaza en silencio continentes
el deseo por saber ayuda a tomar una dirección
en este huracán de cristales destruidos
Mis ojos necesitan el descanso de la sombra
las siluetas dificultan avanzar por el camino
sin querer se oye un entusiasmo
y uno piensa en Dios
Quisiéramos actuar a la perfección nuestro papel
pero nos avergonzamos de los latidos de las sombras
de los verbos de la oscuridad
pensando que la luz no tiene edad
Imploramos que el día nos oiga
que la magia nos quite tanta restricción
sin saber cómo huir del recuerdo
sin saber cómo abrir un hoyo en la piel
Hemos caído entres espinas imperecederas
buscamos el alivio por no querer más soledad
entregamos los colmillos y los cuellos
para comprobar sabe Dios qué
Morimos para reencarnar
para no poder explicar lo agudo del sonido
que se cuela entre tanta palabra confundida
entre tanto sólido dolor