prosainefable

Hogar

Mi alma es una casa,

y tú tienes la habitación principal.

En donde duermes y sueñas,

 pues ella es un portal.

 

Verdes son sus paredes,

y su fragancia es a mandarina,

las almohadas son suaves,

pues en ella habitas. 

 

Eres un hogar. Y a su vez, tú habitas en mí.

Mi casa ya no es casa; está acoplada 

 a ti, tiene todo tu matiz.

 

“No creo en el amor”, dije ayer.

Pero el amor tiene tu nombre,

imposible que no exista, si de ti

se compone.