Sentada en este abismo,
decidí descender a tu infierno,
y desentramar de tú interior,
aquello que te desagarra sin compasión.
Trate de entenderte y fracasé,
pasamos por la misma perdida
y tú la sobrellevaste de otra manera.
Que despiadado ser eres,
juzgas y señalas a los demás,
sin ningún remordimiento
y luego te haces como si nada.
Desvives a tus hijas con palabras afiladas
y piensas que jamás se van a enterar.
Tienes suerte que no te contesten,
como deberían,
sólo por respeto a su padre.
Condenó tus palabrería barata
y tus lágrimas de cocodrilo,
cuando dices algo sobre tú familia.
Y aunque me duele decirlo,
amo tener la sombra de mi madre sobre mi,
con todas sus cualidades indemnes,
que despreciar a todos a mi alrededor,
y hablar de mi prójimo,
tal como lo haces tú.
Autora: Wummie