Nicole Radetzki / Sentirtentintas

Al Borde de Mí Misma

¿Qué tiene de importarte estar o no con gente?
¿Qué tiene de importarte que el mundo te vea cuando vos no notás tu propia magia?

 

 

Me quedé al borde de la nada misma, sin manos extendidas hacia mí.
Me quedé al borde del silencio, sin palabras otorgadas…

Me quedé… en el vacío mismo, mientras pintaba con mi oscuridad
pequeñas flores marginadas…

Me quedé al borde del abismo, me quedé… creyendo que era lo necesario…
Pero… ¿para quién?

Perdí amigos, perdí amores, perdí ilusiones y mis mejores sueños…
Me perdí, ¿y saben qué es lo que me dolió? Que nadie fue a buscarme…

—Y quizá, así estaba bien…

Me perdí en abrazos silenciados, obligados…
Me perdí creyendo que mi cariño no era apto para abrazar…

Me quedé sin rumbo, perdida, desencontrada de la vida misma,
amando a la antigua, frenando escandalosamente mi intensidad…

(Sí… esa intensidad que para muchos no era necesaria.)

Me quedé perdida, buscando un refugio, olvidando que
al final bastaba con verme al espejo…

Pero… ¿cómo le decís a alguien que ama con total libertad
que no se olvide de que primero debe amarse?

Me quedé… me quedé con palabras que a ratos te abrigan,
pero sabiendo que no siempre van a darte calor…

Me quedé, perdida, pero me quedé…
Aun sabiendo que necesito conocer la soledad en su pura libertad.