Me tengo que retirar,
la batalla está perdida,
mis huestes están cansadas y ya nada más pueden dar,
mi mente ya no está en este campo de energía zaherida.
La batalla está decidida,
dejaremos diplomáticos para que no se note nuestra ausencia,
para que no hieran nuestros caballos en la retirada,
hay que hacerlo de forma sigilosa pero con mucha diligencia.
La batalla esta ya sentenciada,
no puedo hacer ya por mis hombres más nada,
no quiero su sufrimiento ni su desgracia,
el honor solo vale cuando se gana.
La batalla esta viciada y putrefacta,
hemos luchado con honor contra deshonor,
con la verdad y un ejercito,
menor contra la maldad brutalmente enardecida.
La batalla está ejecutada,
es tiempo de esconder las cartas y de falsas sonrisas,,
de intentar aminorar el golpe en nuestra alma dañada.
La batalla está perdida,
los buitres vienen a por mis hombres heridos,
mi armadura resiste y mi energía esta enaltecida,
volveremos con nuevas y sanas tropas otra vez fortalecidos.