Alex t

El mal no serĂ¡

Es posible que no volvamos a sentir,
desconocidos ante la duda del pasado.
Fuimos uno,
trascendimos el mundo, parado.
Ojos hablaban, pero el corazón empezó a dudar.
Ya solo me queda como describir,
el pelo más liso, por donde dios patinaba la despedida.
Piernas que ni las pirámides lograban la altura,
por los sueños perdidos, hacia donde perseguirás tu destino.
Solo queda,
poder borrar el océano de tus ojos,
y naufragar hacia el renacer
del infierno rojo como mi sangre.