Nkonek Almanorri

EN LA LITERATURA LAS PALABRAS SON ACTOS DE FE.

 

 

A veces se llega fácil a la conclusión

De que cuando no se escribe

Literatura o escritura

Social se escribe

Contra algo

O incluso

También contra

Alguien.

 

Con el tiempo he llegado a convencerme, mediante hechos acaecidos, que la literatura no está – en casos concretos –generada para convencer a nadie, sino para hacer, hacernos, preguntas en la intimidad y a solas. La creencia que a veces tenemos y sostenemos de que el mundo puede ser cambiado desde los libros (yo a veces lo creo así) es poco menos que un acto de arrogancia; lo es en estos momentos y en las circunstancias actuales, hoy. Mejor creer que el mundo debe ser analizado y estudiado en profundidad desde ciertos libros.

 

A esta opinión y creencia llegué tras la lectura de un artículo guardado en una carpeta del escritor israelí David Grossman en junio de 2014.

 

También tras la lectura, hoy, de otros  papeles guardados en la misma carpeta con fecha 6 de junio de 2014, uno descubre que vivir es en la mayoría de los casos un puro ejercicio de adaptación a la propia existencia. Las Revoluciones históricas de la humanidad – a las cuales pasado un tiempo poco o más bien nada les hemos prestamos la debida atención, así lo dicen los hechos-: Dos Guerras Mundiales (En realidad ha habido tres Guerras mundiales si tomamos en cuenta la Guerra de Sucesión Española, 1701-1714, y que fue un conflicto europeo en que se vieron implicadas diez potencias de la época en Europa más Canadá y Estados Unidos bajo el colonialismo británico de entonces; dicho así, ahora estamos ya implicados en una Cuarta Guerra Mundial aunque algunos nos la quieran ocultar y otros no la quieran ver). La Revolución Francesa, la cual fue un gran fracaso para la sociedad más desfavorecida de entonces; la Revolución Industrial en la que se sacó a la sociedad de entonces del campo bajo el control del rey, los Señores del Feudales y la Iglesia católica y empujado a las fábricas con lo cual empezó el capitalismo industrial y por tanto el nuevo esclavismo; La Revolución de Octubre de 1917 en la que se dieron grandes reformas tras la aparición de la Unión Soviética (jornadas de 8 horas, derechos laborales básicos, nacionalización de la industria puesta al servicio de la clase trabajadora…) y que luego en cierto modo todo esto fue abolido tras las dictaduras de un comunismo mal aplicado de Lenin y Stalin y que acabó en un fascismo al cual Occidente no supo ni quiso hacerle frente (otro fracaso de la clase trabajadora). La Revolución de la Perestroika, la penúltima gran mentira en contra de la sociedad trabajadora pues supuso el ingreso del capitalismo salvaje en la Ex Unión Soviética, su aniquilación como potencia militar y por tanto la destrucción de todos los derechos laborales hoy en la actual Europa. Todas estas idílicas Revoluciones no han servido para nada salvo para confirmarnos que aún somos y estamos bajo un primitivismo salvaje y que la única revolución posible es la Revolución pendiente, mientras tanto queda sobrevivir.

 

Existen tres maneras de creer: la Razón, la Costumbre y la Inspiración; esto lo dijo Blaise Pascal, matemático, físico, inventor, filósofo y escritor. A elegir.