En este lunes que apenas despierta, quiero que recuerdes que formas parte de mi vida de una manera suave y hermosa, como un pensamiento que nunca se va. En ti veo un ser de fuerza serena y belleza que ilumina, alguien digna de las bendiciones más finas del cielo. Te envío un abrazo que cruce la distancia y un beso hecho de suspiro… y ojalá nunca olvides que mereces ser feliz, aunque sea lejos de mí.