SERGIO RIVAS

RENACER

 

Renacer

Perdí tu nombre en un suspiro,
entre sombras que ya no pesan.
Fui aprendiendo que el camino
sigue vivo aunque el alma duela.

Guardé tu eco en un rincón
que no visita la nostalgia,
y en mi pecho abrió su flor
la libertad, tan necesaria.

Hoy mis pasos suenan firmes,
ya no tiemblan por tu ausencia;
descubrí que en mis raíces
siempre estuvo la fortaleza.

No me faltas, me respiro.
Ya no huyo de mis huellas.
Del amor que fue un abismo
hice un puente hacia mi tierra.

Y ahora entiendo que perder
no es el fin, sino el comienzo:
cuando el corazón se rompe,
se hace espacio para el cielo.