Una casa de seis ventanas
a veces causa extrañeza
cuando lenta se desplaza
con sus ventanas abiertas.
Por esas seis ventanas
en esa casita discreta
se asoman cuatro patas,
una cola y una cabeza.
Le falta algo de pintura
a esa casa tan opaca
ahí vive una tortuga
que no ha podido pintarla.
Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.