DESPECHO I
En la herrumbre lunar de mi memoria
cruje tu nombre, nave abandonada;
fantasma errante por mi vieja rada
que hundió en silencio el ancla de la historia.
Vuelvo a tu sombra, artífice ilusoria
como un reloj sin cuerda ni alborada;
un pulso gris, de nubes apretada,
que late terco, su pequeña gloria.
Despecho es este cáliz encendido
que tiene de amor, luz desenfocada,
que bebo a sorbos lentos y furtivos.
Aunque te nombro, sigo convertido:
mitad tormenta rota y despeinada,
mitad faro que busca otros motivos.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025