Como quien tiene un sueño
profundo y cree haberlo vivido,
o camina por el bosque
y siente su pulmón,
el aroma del momento
y el fluir del río cercano.
En un universo donde
todo se interconecta,
todo ocurre por una razón,
y todo fluye y sucede
por y para algo.
Con dudas que son eternas
al borde de lo conocido,
en un proceso que tuvo
su principio
y un único fin.
Despierto cada mañana
viéndome en lo mismo,
con las mismas ganas
e incertidumbres…
¿Y si todo lo vivido
se ha de reiniciar,
para nuevos horizontes, más claridad y más la hondura?
Por eso, cada día,
de la A a la Z,
soy aprendiz constante
de mis propias letras,
escribiendo y reescribiendo
la vida que habita en mí.
Y tú, no lo haces muy distinto a mí,
escribas sobre ello o no;
cada día es una página en blanco
que rellenas con tus cosas...
¿y en ella no nos reconocemos,
habitantes de la misma vida?
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