Empuñando firme el arma
y parado sobre un pie
la veía tomar café
con mirada enamorada.
Al sentir aquellos ojos
la danzante tiritaba,
cuerpo de papel enigma
alteraba al joven mozo.
Un malvado, envidioso ,
lo arrojó hacia la tragedia,
deseando que muriera
sin piedad y poco a poco.
Mas su amor y valentía
consiguieron se salvara,
regresando así a su amada
y encontrando la armonía.
El perverso regresó
con un bolso de maldad
lanzándoles sin piedad
a la muerte y el dolor.
Pobrecita parejita,
no vivieron nunca juntos,
pero en solo unos segundos
volaron entre cenizas.