La actitud de la voluntad en la fe la describe San Agustín de la siguiente forma: «credere non potest nisi volens» —no se puede creer si no se quiere—, y Santo Tomás hace énfasis en la unión entre voluntad y pensamiento al decir que «la fe es retener por seguramente verdaderas ciertas afirmaciones intelectuales, bajo el influjo y la adhesión de la voluntad»
Dogma de fe incuestionable
verdad más allá de la razón y el espíritu
¡oh! santos, ministros del corazón
grandiosos señores guías morales
sabios inspirados, profetas lúcidos
Os venero por vuestra dicha
extra sublime
dichosos por todo
lo que hacéis o decís
Bienaventurados en esta vida
y en la muerte, dónde seréis salvados
el día del juicio final
te levantaréis de tus tumbas
y gozarás de la eternidad