Tal vez no te gusten mis letras y algunas de mis canciones te parezcan cursi, Quizá mi caminar por las sombras, te alejen aún más del sendero de mis sueños, puede ser también que tengas otros poetas, un buen número de admiradores, mucha tinta aun en tus brumas o puede ser también que tu puerta siga con el cerrojo puesto y la ventana cerrada. Pueden ser muchas cosas, que te hagan ser única, una flor en medio del desierto, un oasis para mí.
Puede ser que hoy mis ojos no se encuentren con tus letras esparcidas como suave olor por toda la pantalla, también podría ser que mis ojos de tanto buscarte, estén perdiendo la visión y mi mente se resista a seguir repitiendo el estribillo aquel que de tarde escribí para ti y lo olvidaste en la banca del parque central, cuando te marchaste por la alameda de prisa como hoja seca que busca el otoño., mis letras caen de mi libreta como hojas del árbol.
Puede ser, que tenga tu cara una sonrisa, tu piel un nuevo frio y el corazón otra emoción que no alcanza la risa de otros días y la frialdad de tu alma, sofocada por la novedad del quizá, no logra aquella sonrisa de ayer, que me entregaste en el primer guiño de tus rítmicas letras, que me invitaron a entrar, acariciar, tus letras y sentarme ante la belleza de tu alma y dejar que la mía se abrazara a la tuya y dejar que mi guitarra lo dijera en un bolero.
Mi corazón siempre tiene el mismo modus operandi, nunca se sale del guion. Hasta parece que sangra de la misma manera y mis dedos saben la ruta del dolor. Parece que el sentimiento se pone en un riel y el dolor lo empuja hacia la tarde que ya espera con su clásico color a nostalgia repetida y el día lluvioso y nublado se guarda detrás de un quizá. Pudiera ser un buen punto final y necesario. Beber en la misma copa y cantar lo mismo.
Puede ser que hoy te olvide, que abra la noche en el café nocturno, con aquella canción que una tarde arreglamos, tu, la tarde, un vino tinto, la guitarra y esa risa que quizá ya no volverá a tu cara, como aquella tarde, que hoy al cantarla dejas correr por tu cara el rubor de tus ojos y mientras el sentimiento llena tus emociones, la copa vaciándose y la canción no tiene más letras que agregar. Quizá, hoy pueda arrancarte de mí, tus canciones.
LENNOX
EL QUETZAL