emiliodom

Se paga con el alma.

 

 

Muchos o pocos de nosotros podemos disponer de aquello que se compra con dinero. Pero estaremos condenados a ver como lo más bonito, lo más apacible, no lo podemos comprar. Estas cosas, tan sólo las podemos pagar con el alma, lo mismo sucede con el amor. Si poseemos un alma impura, incapaz del bien o al menos de creer en el bien, tampoco poseeremos sensibilidad suficiente para lo mejor y más noble y tendrá que contemplarse para siempre con la imagen empequeñecida, ajada, borrosa, del mundo que sus pensamientos, para propia tortura y pobreza, se han forjado.