isaax_234

El explorador.

Eran las tardes más preciosas de los finales de aquel noviembre, cuando por el deseo que se convirtió en un extremo afán, nos entregamos a cuerpo entero y así pude comenzar a explorar.


​Exploré tus pechos que eran para mí los melones recolectados y bajé por la carretera de tu abdomen para llegar a lo inexplorado.


Sentí, mientras yo bajaba a ese rincón, los ecos de un gemido tuyo provocado por la excitación.


​Era yo un explorador, un aventurero sin retorno; era yo un hombre que investigó lo más profundo y más íntimo del amor.


Era yo el elegido para saborear lo investigado y a la vez encontrar cómo derrumbar tu ser para completar mi aventura.\"