¡Siempre arriba!
¡Arriba!
Que tu sombra no se incline
ante el miedo de otros.
¡Grita!
Que tu voz haga temblar las mentiras
y despierte a los dormidos.
¡Camina!
Aunque el barro te cubra,
aunque el viento te quiebre.
¡No cedas!
Que tu corazón sea fortaleza,
no cárcel de cobardía.
¡Rompe cadenas!
Que nadie te diga quién puedes ser
ni cuánto puedes soñar.