SUSPIROS INVOLUTIVOS
Entre un suspiro y un beso
no se encuentra la distancia
ni es menester la fragancia
de algún pistilo travieso.
Si en la flor se encuentra preso
un suspiro que no brota,
la pasión se muestra ignota
y no encontrará al amor,
porque es rocío a la flor
lo que a besar la alborota.
Los suspiros lleva el viento
con distintos remitentes
y se muestran diferentes
en la dicha o sufrimiento.
Su destino es el aliento
de una boca ilusionada,
la que quiere ser besada
por alguien que fantasea,
que ella es luna y él marea
en una noche estrellada.
Muchos amores no nacen
por no pasar de suspiros
porque son como vampiros
que con el sol se deshacen.
Y aunque a veces se disfracen
de murmullos con ternura,
no sabrán de la dulzura
cuando de amor nace el beso
y causarán su deceso...
En un viento de amargura.
…