Lucía gómez

INOLVIDABLE...

Él no la olvidaba:

Su vestido rojo, su perfume antiguo,

su cabello largo y brillante cayendo suave

como las perseidas en julio y agosto.

Hablaba de ella, como se habla de un

libro cerrado que guarda en sus páginas

retazos de olvido.

La buscó en las tardes, en los olivares,

en los bares lúgubres, en faroles viejos,

en los recovecos que deja el estío.

Su vestido rojo, su perfume antiguo,

el tren oxidado crujiendo el verano entre

sus vagones.

Y la estación mustia donde la esperaba

entre bancas rotas y desvencijadas.

Los trenes vacíos guardaban las huellas

de alguna bufanda que palidecía...

¿Será que la encuentra por entre los sueños

y las fantasías de aquellas perseidas que

guarda el olvido?

L.G.