Cambio día brioso por noche apacible,
lejos de la ardorosa herida,
distante de los soles de la vida;
cercano del oscuro intangible.
Permuto la distancia cruel y risible
por el roce continuo y aledaño
como viento que toca sin hacer daño
como rocío de agua invisible.
Cambio,del vacío profundo, el dolor,
intransigente cuando me extravío;
por un recuerdo vivido con color
de imágenes perdidas y desvarío.
Permuto el sentimiento que agobia
por el gozo del verde en los ojos,
el valor de postrarme de hinojos
y vencer la ansiedad que me oprobia.