Al principio, me fascinó. Al final…
No pasé el umbral de su corazón.
¿Quién, busca el sol en la noche?
Su occiduo amor fue, agudo azote.
Pensé…
¿Qué sentido tiene,
amar y hacerse daño?
La pavura en sus caricias,
fueron cuitas, de pericias.
¡Ardí! Mientras agonizaba.
Y al clarear el día, pude volar.