Maté tu engaño, ahora vivo feliz
y hasta en mis sueños no estás,
lo bonito es que mis días los paso
con alegría en un velero viendo caer
la luna o el sol, y esas estrellas, hasta
el lucero se presta para llegar a casa.
Son días que paso sin preocuparme
de verte llegar ,porque hay otra que está pendiente de mi llegada.
Sin ordenarle ya me tiene preparado un suculento bocado y lo que traigo lo compartimos, eso la hace muy feliz,todo me
lo deja muy buena ordenado y se va contenta porque lleva el sustento a su casa
para el diario vivir, y tú ni un té me preparabas, solo engaños me dabas.