Hoy estamos en disposición, o de intentarlo,
de celebrar lo mejor de la existencia
y a su vez condenar
este mundo.
Aquella generación de los 50, la mía, somos hijos de otra generación que lo hizo, por fuerza, todo igual que la suya anterior para que nosotros fuéramos diferentes; el resultado lo pagarán nuestros hijos ( ya lo estamos pagando). Hoy aquella generación que ya mayor vuelve al pueblo de su niñez y de la que salió lo hace para saber de qué huyó. Es un último intento de recuentro consigo mismo.
Hoy hay una generación a la que llaman Zeta y es ésta a la que se le hizo creer en la Democracia al mismo tiempo que se le ha negado - y más que se le negará antes de que se den cuenta de que han sido, definitivamente, engañados - saber que esta Democracia les iban a arruinar el futuro: ya son una ruina.
En España una parte de la sociedad actual no entiende por qué un sector muy joven dice y manifiesta públicamente que en la dictadura de Franco se vivía mejor, esto lo dice una generación que nació 30 años después de haber muerto aquel genocida. Lo que no entiende esta parte de la sociedad que dice no entender a esos jóvenes es que la Democracia en la que ellos nacieron no es, nunca ha sido, tal Democracia y que estos políticos de hoy han engañado y arruinado el futuro de esta juventud. Comprendo a estos jóvenes: Les vienen tiempos peores.