Destello indómito
clama por poner voz a la agonía,
por la pausa que viera unos ojos reflejados
por un alma gritar ante su propio espejo.
Vacíos friccionan seduciendo la oscuridad;
Alzar la mirada y soñar
que tu desaparecer sería
el rojo teñido sobre tu esencia
que diera calor sobre los días de fría luna.