Se contaba antaño una historia,
La de un niño que buscaba
Sostener a quien amaba,
Dulce onírica mariposa,
Se alzaba en vuelo sin cesar,
Pequeña y gentil monarca
Que el niño intenta y no alcanza,
Pues no se deja capturar,
En su desesperación,
Transformó su sentimiento,
En tragedia su lamento,
Escribiéndole una canción,
Se oía así al niño cantar:
\"Donde estás monarca mía,
Sueño de melancolía,
Que no soy nada sin tu amar\"
Seguía el niño recitando,
Y en respuesta caprichosa
Volaba la mariposa,
Alentándole en su pesar,
Vivir un sueño, su castigo,
Una incesante mentira
Por la que todo daría,
Triste condena la del niño.