Conozco una niña que juega todo el día,
a ella no le preocupa nada,
ni siquiera la vida,
A la que todo el mundo
le teme,
su afición son las películas,
pues en ellas encuentra placeres
que para su diminuta cabecita
son más que suficiente.
Ella duerme cuando quiere
y solo llora cuando
su madre no la consiente.
Ella ama con locura,
y es intensa a su favor,
y eso le divierte.
Siempre el mismo sabor de helado,
y su mascota la abraza
como si fuera de juguete.
Ella tiene libros, pero no lee,
y su vida cambiará,
aunque nadie se lo advierte.
Ella vive dentro de mí,
a donde voy la llevo.
Esa niña es un amor…
sin duda, nadie la merece.