Desaparecido,
extraviado en la soledad que me sostiene,
recluido en un vacío impenetrable,
casi sin latidos,
con las palpitaciones tan exiguas…
que pasan desapercibidas,
sin importarle a nadie.
Cada quien que resuelva su añoranza,
cada quien que se ocupe de sí mismo,
porque la verdad es que no le importas al mundo,
porque el mundo anda tan ocupado…
tratando de complicarse,
saltando de intriga en intriga,
maquinando su próxima patraña,
y porque el tiempo está preocupado…
en cumplir su órbita desalmada.
No es la apología de un siniestro…
es la vida expuesta,
con la crudeza de la franqueza,
con la crueldad de la sinceridad…
así tal cual,
la vida en grises…
sin compasiones blandas,
amarga como la desilusión…
y desesperante como cuando la fe nos abandona.
Confundido,
sin encontrar una respuesta,
suspendido en la flojera…
encerrado en la mirada apagada…
rumbo a la introspección sistémica…
en donde pueda descansar de mis dilemas existenciales.
No sé si me gusta estar aquí,
apartado de todo,
distante de la realidad.
No sé si ya me acostumbré a este contexto…infausto.
que hasta me siento dependiente…
porque desde aquí,
desde este sombrío lugar…
brotan mis más elocuentes versos.