Sabes,
he
querido
hacerme
a la idea
de que soy
lo suficiente
para encajar
en tu vida,
y no solo eso,
sino que también
me he querido
hacerme a la idea
de que
todos
mis sentidos
—mi oído,
mi boca,
mis ojos,
mi tacto—
resistirán
suficientemente
toda una vida
de escucharte,
de besarte,
de mirarte
y de tocarte.