Jorge L Amarillo

Juré que no me vería ya vencido

Juré que no me vería ya vencido.
Y ya vencido, me convertí en mi propia sombra.
En un silencio de los que hay en los abismos,
habitante de un tiempo donde ya no pasan las horas.

 

Abracé a la soledad que me daba mi destino.
Me convertí en un mar de revulsivas olas.
Tuve que enfrentar al dolor, pero no estaba listo
y no estaba listo para entregar al pasado mi memoria...

 

Estaba solo. Demasiado solo y tan vacio
Cómo está la muerte tras una guerra sin victorias.
No estaba preparado para aquello imprevisto.
Pero tal vez así es la vida, y tal vez así debían ser las cosas...

 

Atravesado por un tiempo que no sabrá del olvido.
Pasaré por aquí como muchos, sin pena ni gloria.
Pero ella no me vería ni abandonado, ni totalmente perdido,
y me fui de allí como con el viento se van las caídas hojas...