En mis sueños
he recorrido tu cuerpo.
Tus entrañas y vientre
huyendo por tu piel y tus venas.
Colgando como un beso en tu cielo,
como un racimo de caricias invisibles
que entibian tu espacio y horas inquietas.
He pendido en tus manos y piernas
como una bandera al viento
que vuela y no vuela.
He sembrado amaneceres
por tus campos de noches tiernas
y me he enredado en tus cabellos
como una lluvia de estrellas
y así te quiero en silencio,
dilatando ausentes primaveras,
que hablan de amores sin tiempo.
En mis sueños
he sido parte de tu ser,
viviendo y muriendo
y aun no despierto.