Carlos Andrey Vargas Araya

Muñeca de trapo

Eras porcelana vestida de ausencia,con ojos de vidrio que miraban la nada,una belleza tallada en la inocencia de quien nunca supo lo que es ser amada.

Sin corazón que latiera en tu pecho,
sin voz que rompiera el silencio sagrado,me esperabas fiel en aquel lecho donde yo buscaba un amor inventado.

Tus caricias eran témpanos de hielo,
tus abrazos, jaulas de algodón y acero, pero en tu mentira encontraba consuelo
eras el espejo de otro nombre.

Muñeca de trapo, fantasma de lino,
no eras tú quien yo sostenía entre mis manos:eras el eco de un rostro perdido,la sombra de amores lejanos.

Te amaba sabiendo que no existías,
que eras solamente mi sed disfrazada, el reflejo de quien yo no conseguía,la respuesta a una pregunta nunca formulada.

Y así, entre tus brazos falsos y duros,
abracé la verdad más cruel y más pura:que amamos  cuando el amor es oscuro,cuando el corazón prefiere la mentira segura.

Y así ,lo que alguna vez fuiste, eras bella porque no podías herirme,
perfecta irreal, la  que no podría destruirme, incapaz de hacerme mal.