Mapoggi

Agazapada

Se que estás allí

inerte a la espera,

puedo sentirte cada día.

 

Mira mis manos

que remiten arrugas,

descubriendo que el otoño

será húmedo y lluvioso.

 

Puedo verla cercana,

paciente y celosa

de mis amores

que me dan vida.

 

Puedo añorarla y desearla

los días de locura,

con cielos oscuros

y pensamientos arremolinados

con vórtices de ira.

 

Se que cada minuto

se descorre el telón del tiempo

para finalmente poder

mirarla a los ojos.

 

He tenido la tentación

de arrancar el velo que la oculta

en un tiempo sín tiempo,

doblegar mis miedos

con heroica cobardía.

 

Se que me espera,

agazapada pantera en las sombras,

y que de un salto

desgarrará mi pecho

en un insoportable y definitivo dolor.

 

Al cerrar mis párpados,

puedo intuirla

entre las sombras y la soledad,

entre los recuerdos y las voces,

las caricias y los aromas

a claveles mustios.

 

En mi último amanecer,

lentamente empezaré a fundirme

en el recuerdo,

al cerrarse

el telón

con un póstumo aplauso.