Cielo que se vuelve sol
nubes que se vuelven rayos
el fuego transparente en el espacio
y el dorado acaece en soslayo
Un reino de esplendor brillaba arriba
En nuestras tierras, al contrario,
una silueta azul caminaba por el campo
apariencia desolada, destino incierto
su figura parecía estar hecha de circunferencias,
círculos concéntricos, vórtices, espirales
y todos ellos de un azul tan profundo
que uno dudaba de si era figura o mar
Su paso deprimía al pasto que había en el verde
y volviéndose un no pasto se volvió hacia el negro
danza que quemaba y pasaba
reducía a un ya no, a lo que antes gozaba
fin de la historia, sólo un árbol quedaba
lo miró todo desde un rincón
esperando que no le tocará.