Anoche te dije:
\"Eres el amor de mi alma\".
Y tus lindos ojos
tornaron en grandes lunas de plata,
y dijísteme:\"Qué expresión más extraña. ¿Por qué no me dices que soy
el amor de tu vida?\"
Y te repliqué, con calma:
\"Pues verás, hermosa mía,
has de saber que la vida se acaba
al igual que la flor se marchita,
mas eterna es el alma,
y ésta nunca olvida.\"