Perdona que te quiera sin medida
sabiendo que este amor nada te importa;
perdona, si mi verso te enamora,
al margen del propósito en tu vida.
Perdona si mi verso te convida
a ser aquí en mi pecho hermosa joya
y a ser en mi jardín la hermosa rosa…
¡Perdona, que todo eso yo te pida!
Si puedes ven y dime lo que piensas
si ofendo con mis versos esta noche;
si puedes, ven y dime lo que sientas,
no importa que desates tu reproche;
incluso, si provocas que me duela,
y llore tu rechazo a medianoche...